Más que
indefenso, solo en el sueño
Sin
familia ni amigos, ¡tan aislado!
Incurablemente
loco: desahuciado.
Volviéndome
nada en el empeño.
Salto,
para escapar, por la ventana.
Corro
desnudo por el campo raso,
perseguido,
sabiendo mi fracaso,
más acá de
esa realidad freudiana.
Ser o no
ser, queriendo no ser nada,
y
volviendo a empezar de los errores.
Hacer
canciones de amor con la mirada.
Que me
queden los últimos temores
en la
última copa derramada
sobre
fracasos, mieles y dolores.
Autor: Ernesto
(de “Sonetos”)