miércoles, 17 de diciembre de 2008

HEDONISMO


Canto a tu cuerpo.
Privado de razón y de sentido,
sin buscar intelecto ni cultura,
sin saber de moral, sin ver ternura,
recorro con mi impulso tu contorno.
Aprisiono tu vientre
combado y florecido
y en tus senos olvido el infinito.

No hay amor, ya lo sé,
sólo deseo.
Pero acaso al apretar esas caderas
descubra el germen animal,
la Fe primera,
el pecado original y el Paraíso
que el hombre perdió por mi deseo.

Ya me invade la razón
y al descubrirlo,
borro todo futuro de mi mente.
No aprieto nada ni imagino nada.
No quiero amor.
Sólo te miro.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

AJENOS 5

LOS JUGADORES (1923)

Juegan, juegan.
Agachados, arrugados, decrépitos.

Este hombre torvo
junto a los mares de su patria, más lejana que el sol,
cantó bellas canciones.

Canción de la belleza de la tierra,
canción de la belleza de la Amada,
canción, canción
que no precisa fin.

Este otro de la mano en la frente,
pálido como la última hoja de un árbol,
debe tener hijas rubias
de carne apretada,
granada,
rosada.

Juegan, juegan.

Los miro entre la vaga bruma del gas y el humo.
Y mirando estos hombres sé que la vida es triste.

Autor: Pablo Neruda ( de “Crepusculario”)
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MONTE CRIOLLO
(1935)

Cuarenta cartones pintados
con palos de ensueño, de engaño y amor.
La vida es un mazo marcado,
baraja los naipes la mano de Dios.
Las malas que embosca la dicha
se dieron en juego tras cada ilusión,
y así fue robándose fichas
la carta negada de tu corazón.

¡Hagan juego!
Monte criollo que en su emboque
tu ternura palpité.
¡Hagan juego!
Me mandé mi resto en cope
y después de los tres toques
con tu olvido me topé.

Perdí los primeros convites
parando en carpetas de suerte y verdad.
Y luego buscando desquite
cien contras seguidas me dio tu maldad.
Me ofrece la espalda su filo.
Rencores del basto te quieren vengar.
Hoy juego mi carta tranquilo
y entre oros y copas te habré de olvidar.

Autor: Homero Manzi ( tango de la película “Monte criollo” con música de Francisco Pracánico)
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AJEDREZ (1960)
I
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Autor: Jorge Luis Borges ( de “El Hacedor”)

jueves, 13 de noviembre de 2008

VACÍO

No hay nada por hacer
y nada tengo.



Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)

miércoles, 22 de octubre de 2008

APRENDIZAJE

Cuando nada había terminado –¡ni iba a terminar!– con la muerte. Cuando a los ojos inocentes se abría un horizonte.
Cuando había un futuro y un deseo vivo de tener futuro.
Cuando el silencio y la oscuridad de la noche eran el sonido y la claridad infinitos.
Cuando no había tumbas (o las tumbas eran ajenas).

Fue por entonces, que aprendí a morirme.

Cuando solía buscar sorpresas por los cajones.
Cuando el frío me aprisionaba las piernas doloridas.
Cuando los álamos iban pensando un futuro de sierras.
Cuando el aroma del cedrón fue tomando gusto a nostalgia.

Reconocí recién el valor de la muerte.

Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)

martes, 14 de octubre de 2008

FORTASSE



Destino de desencuentro.
Torpe ironía de los años
y este callejón sin salida.
Estar aquí y allí,
asomarme a la vida desde los impulsos
y participar en ella desde los huesos.

Acaso sea el azar
lo que mueve mis pasos
y teje mis hilos.
Tal vez me atrape la telaraña que creí tejer.

Me rodea la duda
(el motor que me impulsa,
la razonable guía de mis pasos,
el sutil murmullo que me dicta
los secretos deseos).

Creo.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

lunes, 13 de octubre de 2008

DESENCUENTRO

Sé que te encontraré
cuando menos lo piense.
Lo sé.
Lo que no sé
es cómo hacer
para no pensarte.

Autor: Ernesto (de “Penúltima Selección”)

martes, 7 de octubre de 2008

AFLOJADA.

¿Qué andarás buscando..?
Si cuando te quise vos eras amante
de un tipo con guita
y yo un pobre diablo
que intentaba en vano
tenerte un segundo
con los ojos fijos.

¡Si ni me mirabas!
y para mirarte yo esperaba horas
tu paso de yiro
y no me animaba a decirte nada.

¡Qué venís ahora a decir “te quiero”!
Porque tengo un mango
que ganó el laburo
te creés con derecho
de buscar recuerdos.
De cuando tenía mis brazos abiertos,
mis labios ansiosos,
mi deseo listo.

¿Qué querés que haga?
¿Que te dé ese mango
para que me llenes
con tus dulces besos
todos los deseos?


Tomá.
Hoy te banco.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

lunes, 25 de agosto de 2008

AJENO 4

Con un pequeño comentario previo
En la antigüedad, el destierro era la mayor pena a la que podía condenarse a un hombre. El dolor del desterrado está reflejado en este pequeño fragmento de Emilio Prados (1899-1962)

Romance del desterrado
¡Ay nuevos campos perdidos,

campos de mi mala suerte;

ahí se quedan los olivos

y tus naranjos nacientes;

brilla el agua en tus acequias,

surcan la tierra tus bueyes

y yo cruzo tus caminos

y jamás volveré a verte.


Autor: Emilio Prados

martes, 12 de agosto de 2008

UNA PALABRA


Fue un cauce fluvial.
Un río de ternura.
Un beso pasional.
Un largo abrazo
temido y deseado.

Y ahora te amo.
En esa mezcla de amor,
de indiferencia,
de amistad,
de vecindad circunstancial,
de confidencias.

Debería despojarme del pasado,
desalojar de vos todas mis sombras
y penetrarte
desnudados los dos de nuestros miedos.
Sólo vos y yo, sin circunstancias.

Pero temo.
No se si despojados de la piel
seremos algo.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

martes, 29 de julio de 2008

EL TESTIGO


Un monstruo blanco,
pequeño, agazapado y mudo,
se burla de mí.
Ni grita ni susurra
¿Qué me traerá hoy?
¿Qué odio o qué principio?
¿Llamará, por fin,
la voz que me persigue?

Yo sé que tiene
en su circuito impreso
el corazón de ella.
Que allí late por mí,
que me desea.
Pero, tímido y brutal,
se queda mudo.

Autor: Ernesto (de “Penúltima Selección”)

domingo, 27 de julio de 2008

ABANDONO

Estuvo tentado
de dejar sus fuerzas
a merced de todas las Fuerzas Ocultas.
Quiso abandonarse a sus pensamientos,
pretender que nada de aquello que quiso
se hubiera marchado camino a la muerte.

Hasta quiso
(iluso!)
que el tiempo cambiara
porque –simplemente-
él cambiara versos de algunos poemas.

Moviendo presentes,
supo que es muy triste
recordar futuros,
proyectar pasados
y creer que los sueños
pueden fabricarse voluntariamente.

Tuvo nuevamente en su vieja boca,
el sabor amargo
de saber que nunca volverán las cosas,
de saber que el tiempo,
que es un chantajista,
le cobró con años
un pasaje de ida.

Pero no tuvo, ni un solo minuto,
el coraje chúcaro
de pegar la vuelta.

Autor: Ernesto (de “Penúltima Selección”)

Ajenazo! 3

ARTE POÉTICA

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.

Autor:Jorge Luis Borges, 1960

POEMA 5

Es inútil que traigas primaveras
o intentes un verano.
En mí ya es otoño,
es tarde para rosas.
Las estaciones del hombre no retornan,
cuando se llega a abril
ya no se vuelve a tener septiembres.

Ya estoy en el otoño;
por esperanza
tengo sólo al invierno.

¡Es otoño!
Es inútil que traigas primaveras
o intentes un verano.

Autor: Ernesto (de “Penúltima Selección”)

viernes, 25 de julio de 2008

Ajeno 2

Hoy "me chorrea" GRIS por las orejas, los ojos, las manos, los pelos, la espalda… Chapoteo en ella, me rodea como una niebla, me asfixia como humo en medio de un incendio…
Todo es gris… menos tu "lettera" desparramada en la mía.
Y aparentemente no hay causa…

Autora: Nombre reservado (de un mail que me envió)

domingo, 20 de julio de 2008

IRONÍA

A veces camino por las calles
y de pronto
me asomo a mirar
en el fondo de unos ojos
y enmudezco.
A veces quisiera romper
esta gama de colores que me acosa
pero enmudezco de pronto
y grito.

Y estoy solo.
Como si intentara morir de golpe
estoy solo.
Como si naciera
estoy solo.
Como si amara
estoy solo.
Como si caminara por las calles
y de pronto me asomara
al fondo de unos ojos:
así estoy de solo.

A veces
comprendo la soledad
y la soledad me acompaña.
Y no te tengo.
Después de besarte ya no te tengo.
Un segundo después
ya no te tengo.
A veces
encanezco un sueño
y creo alcanzar la felicidad,
pero no te tengo.
Después del beso
no te tengo.
Después de la sombra,
después del sueño,
ya no te tengo.

Por eso
a veces camino.
Por eso me detengo
penetrado en el fondo de unos ojos
y grito,
enmudecido de pronto
como un llanto o como un adiós.
Por eso recuerdo sueños y recorto olvidos.
Por eso
mañana tendré la risa,
la caricia,
el beso a flor de labios
y el recuerdo profundo
de unos ojos.

Si muero,
si amo,
si intento nacer,
si desafío la tormenta,
recorro un camino
que ya midieron un días nuestros pasos
y entonces
enmudezco.

Autor: Ernesto (de “Penúltima Selección”)

jueves, 17 de julio de 2008

CON TU SILENCIO

Y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo. Neruda




Dame una sonrisa.
Espero en la ventana
de tu boca sencilla
el gesto aquel que Pablo
un día te pidiera.

Espero tu palabra.
No quiero creer que es cierto
que estás de veras muerta,
que ya sos una estrella
en la noche callada.
No quiero creer que es otra la causa del silencio,
que no estás esperando que yo te repita
los versos de Neruda.

No quiero creer que aquello
que juntos descubrimos
fue la parábola injusta
de todo lo perdido.
Una palabra, entonces,
tan sólo una sonrisa
para creer de nuevo
que nada de esto es cierto.

Autor: Ernesto (de “Paráfrasis”)

SELECCIÓN

Penúltima selección o la post-última
que recorren incrédulos
mis ojos cansados,
conteniendo vacíos,
penas viejas, sonrisas,
otros ojos y besos...
y mis pies que caminan.

Atraviesa palabras la censura implacable
y rescata otras voces,
recuerdos infinitos.
Vuela la inspiración
(de mí se aleja)
y cae al cesto de papeles viejos.

La penúltima selección quedará trunca.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

martes, 15 de julio de 2008

¡ECCE HOMO!


Y dijo Yahvé Dios: “He aquí que
el hombre ha llegado a ser como Nosotros”
Génesis 3, 22


Has roto el plan que te he trazado.
Quisiste ser un dios y sólo has sido
el triste portador de tu tormento.
Cegado por el mal, no obedeciste
la orden de mi Voz, mi Mandamiento.
Pudo más el fuego del maligno
que la Luz Creadora de mi Esencia.

Cargado de pecados y deseos
te arrastrarás en el barro de tu origen;
a tu mujer someterás y ella, con llanto,
te entregará los hijos de tu sangre.
Deberás trabajar, y de tu huerto,
más dolor cosecharás, cuanto más sudes.

No esperes mi Justicia, pues con ella
llegará tu condena eternamente.
Aguarda más bien Misericordia
y quizás, en los tiempos,
Yo te absuelva

Me amarás, nada más:
no es otro tu destino.
Querer ser como Yo, te ha condenado.

Autor: Ernesto (de “Poemas Bíblicos”)

lunes, 14 de julio de 2008

PROFECÍA DE NATÁN



“…de tu casa no se apartará
nunca la espada.” 2 Samuel 12,10.

Llorarás, David, por tu pecado,
mucho más que Urías el Heteo.
Cuatro veces pagarás tu deuda
con sangre de tu casa
y con afrentas.

La luz de este sol
verá como se entregan
al incesto tus hijos y tus hijas
y pedirás a Yahvé: ¡Dios mío, sálvame!
y sentirás que estás solo en tu delirio.

El pecado más vil,
el de la sangre
derramada entre hermanos por el odio,
te perseguirá implacable día y noche
hasta la noche final de tu agonía.

y sabrás que son tuyos los pecados
culpables de la peste de tu pueblo
y pedirás a Yahvé por tus ovejas:
“Castígame a mí, Señor, ¡Yo soy el malo!

Autor: Ernesto (de “Poemas Bíblicos”)

domingo, 13 de julio de 2008

LLANTO DE TAMAR


“Tamar quedó desolada en casa de su
hermano Absalón.” 2 Samuel 13, 20




En el pecho de Absalón hundí mis ojos
y lloré por Amnón y su ceguera
y por David, mi rey, cuyo pecado,
trajo el pecado que a su casa ha herido.

Amnón amó a la hembra, no a la hermana,
apartó mi mano que sanaba
y acercó la suya que prendía

¿Qué haré yo ahora con mi cuerpo-llaga?
Estoy en el abismo
junto a mi virtud despedazada.

¡Que tristeza, señor,
ya no soy digna
de contarme entre tus elegidas!

Autor: Ernesto (de “Poemas Bíblicos”)

miércoles, 2 de julio de 2008

TRINI

Tenía los ojos tristes,
tenía el amor oculto,
tenía las manos duras,
tenía el pelo de sombras.

Tenía las cicatrices
tapadas por el vestido,
tenía los sinsabores
tapados por las palabras.

Tenía los hijos buenos,
tenía los senos firmes,
tenía el llanto en las venas,
tenía la sangre india.

Tenía la muerte mansa
por debajo del ombligo
y una careta de vida
tapándole cuerpo y alma.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

AMOR TARDÍO

Con suave murmullo
de ventricular presencia
estás allí.
Me sorprendés desde la aurícula
entrando en mi torrente.

¿Cómo hacer de vos
algo ajeno a mí?
¿Cómo lograr
que el soplo invernal no me doblegue?

¿Cómo variar mis actitudes
para no deschavar tan tontamente
la torpe excitación de mis sentidos ?

Pero estás allí
y el audaz ventrículo izquierdo
se derrama sobre vos.

¡ Y aún estoy vivo !

Autor: Ernesto (de “ De Humor y de Muerte”)

PROPUESTA

Te propongo acciones indecentes:
Abortar un verso en mitad del adverbio;
bajo la lluvia, abrazarnos desnudos en mitad del campo;
correr la esperanza hasta el borde del fracaso;
desalojar de prejuicios erecciones y suspiros;
entender las explicaciones del Pequeño Larousse;
fundir en mi estómago tu vesícula y tus riñones;
ganar tu corazón y perder tu alma;
halagarte con palabras puercas;
imaginar un futuro impreciso, inseguro y precario.
Juguemos un imposible:
Ke la hortografia no esiste,
la poesía no inventa,
mi cerebro no funciona,
nadie es menos y nada es
ñaque.
O, si lo preferís,
podemos juntos remontar el río,
querernos sin amar,
recordar pasados,
seguir amándonos sin querernos,
teniéndonos ausentes.
Una cosa te pido:
volvé siempre.

Yo soy el alfa.
Zona sensible: vos sos la omega.

Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)

CARGA

Si vos sabés y yo sé...!
Si nuestros ojos se cruzan y se atan
y nuestras palabras dicen lo que ya no dicen
y nuestros cuerpos se buscan y rechazan.

Vos sabés que yo sé
que es el pecado
lo que no podemos borrar de la conciencia.

Y la razón borra y escribe
todo lo que ocultan las palabras
y los ojos se cruzan y se chocan
y los cuerpos se acercan y se alejan.

Y la razón explica lo imposible:
que las paralelas en el infinito se unen
y los extremos se tocan en el mundo.

Pero los dos sabemos que es pecado.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

RECODO

Me siento al costado de los sueños para gritar basta. De golpe me quedé sin utopías, ni ángeles laderos, ni matutinas ansias.
La esperanza está lejana y temo no alcanzarla. Por eso grito basta.
Grito basta y, tras el corto descanso, prosigo mi camino.

Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)

Ajeno 1

Soy el oportuno viajero del laberinto.
Genio de vivacidad. Brujo de lo imposible.
El esplendor de mi originalidad no conoce par.
Lleno está mi corazón de potente magia,
capaz de mil ensalmos.
He sido hecho para mi propio placer.
Soy Yoveli.

Autora: Yoveli Araneda ( de un borrador robado a la autora)

martes, 1 de julio de 2008

DISTANCIA

No sabés qué te falta. No podrás describirlo.
Buscarás el verso que enfoque la ausencia,
la palabra justa que describa el hueco
que dejó en el alma su cuerpo menudo,
su voz apagada, su cabello negro.

Rastrearás ansioso las frases gastadas
que puedan de golpe borrar la distancia,
y querrás que el beso que lanzás al aire
pueda transmitirse llegando a sus labios.

¡Qué inútil intento!
¿O es que no sabías que al huir un día
se llevó con ella su cuerpo querido,
su voz que era tuya, su boca y su pelo?

Llevó casi todo,
hasta los recuerdos.

Lo que nunca pudo
es robarte el día
del primer encuentro.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

COSTUMBRES

Hoy que la tristeza derrumba
la pasión del nosotros,
la ambición de estar juntos.
Hoy
tan empeñados en extraer costumbres
y desarrollar impulsos.

Que somos vos y yo
atrapados los dos
en ser hoja y raíz,
en ser veneno y agua,
en ser semilla y flor...

Tengo de vos un futuro impecable,
tengo de mí un pasado indeleble.
Y entre vos y yo
pierde el futuro su ansiedad de infinito.
Se arrinconan los sueños,
se amalgaman proyectos.

Somos vos y yo
día tras día.
Repitiendo costumbres.
Construyendo el pasado.

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

OBITUARIO

Al llegar mi muerte
repetiré la urgencia de pensar un verso,
de soñar un sueño, de inspirar un beso.
Tendré la muerte a mano
y en mis manos limpias
el temor incierto de seguir con vida.

Limpiaré mis labios de palabras sucias
y mi mente sabia de deseos turbios.
Tomaré una copa de alcohol desleído,
firmaré una carta,
miraré una foto.

Dirá el epitafio:
“Amó cuanto pudo
porque fue poeta”.
Y dirá la historia:
“Quién sabe si ha muerto
y, si es que ha vivido, pocas son las pruebas:
algún verso triste, algún sueño absurdo,
amores lejanos, el eco de un beso,
quizás una lágrima que regó la tierra.

Y allá por el tercio de su larga vida,
vivió en un poema un día de muerte.”

Autor: Ernesto (de “De Humor y de Muerte”)

JUSTIFICACIÓN

¿Tendrá algún sentido volver a tipear, los versos escritos en otros tiempos? Después de tanta agua pasada bajo el puente, después de tantas vidas que se fueron, de tantas cosas que murieron, de tantos recuerdos que se perdieron, uno llega a decirse como Manrique:

Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando
cómo se pasa la vida, como se viene la muerte, tan callando.
Cuán presto se va el placer, como después de acordado da dolor,
cómo a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor.


Como iré a decir más adelante, el tiempo, que es un chantajista, me cobró con años un pasaje de ida. Y vuelvo a recordar a Manrique

Los placeres y dulzores de esta vida trabajada que tenemos,
no son sino corredores, y la muerte la celada en que caemos.
No mirando a nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar,
desque vemos el engaño y queremos dar la vuelta: no hay lugar


Salvo que mi autoproclamada longeva vida de ciento cincuenta años se haga realidad, supongo que la casa que Dios me ha preparado ya está más cerca de mí que la casa paterna de la infancia. Eso da a las palabras vertidas hace tanto tiempo un tono histórico que acaso justifique el darlas a conocer, más como agradecimiento al Creador por todo lo que me dio, que como reproche por las pequeñas amarguras sufridas. Aunque entre éstas deba lamentar las ausencias de un padre, de una madre, de un hermano, de una novia, de muchos amigos, abuelos y tios.
Quizás releer estos versos será traerlos nuevamente a mi vida.

La Reja, año del Señor de 2007.