martes, 18 de diciembre de 2012

VIEJO HOSPITAL


Más de un siglo de moles maquilladas,
de ilusorios caminos renacidos,
de fantasmas en pena que han vivido
en épocas felices ya pasadas.

Hay historias que siguen encerradas,
en un pasado real desconocido
oculto entre las sombras o dormido,
historias repetidas… y olvidadas.

Historias que son de muerte y nacimiento,
de dolor, de alegría, de misterio,
que permanecen aún en los cimientos

del gigante que reina en ese imperio
de duendes que, entre premios y tormentos,
sueñan ir más allá de sombra y tedio.


Autor: Ernesto (de “Sonetos”)



viernes, 14 de diciembre de 2012

DE REGRESO

Me he detenido, recorriendo hacia atrás mi vida. 
He disfrutado otra vez de la angustia, de la melancolía, de la tristeza. 
He resucitado, muerto, de la muerte no gozada, de la intensidad de los llantos, de la inmensidad de las tristezas ajenas y de los absurdos y terribles sueños propios. 
Me he deslizado furtivamente por la naturalidad sin muletas y regresé a caminar con la alegre huesuda de ladera. 
Pude – ¿por cuánto tiempo? – deslizar el deseo, la simiente y la soledad compartida. …peligrosamente sumergido.


Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)

miércoles, 5 de diciembre de 2012

SONETOS

Durante mi etapa "increativa", me dediqué a aplicar mis conocimientos en la creación de sonetos, cosa que exige más el trabajo que la inspiración. Veamos si salió algo bueno.

         PREFACIO 
Después de acontecer, una tras una,
las miles de palabras transcurridas,
después de ya gastadas y escurridas
las cuitas del amor y la fortuna.

Después de tantos versos a la luna,
de noches buenas y noches aburridas
de cantos de sirena y de fatigas,
de cantarles a todas y a ninguna.

Después de verso libre y surrealismo,
del verso palabrero y del escueto,
de vana fantasía y de cinismo,

cincelo endecasílabo y soneto,
como cárcel atroz para mí mismo,
como un ejercicio y como un reto.
                   
                                 21/6/12


OTRA JUSTIFICACIÓN

Han pasado varios meses desde la última incursión en mis blogs.
Motivos de salud que incluyeron una internación y un tratamiento psiquiátrico, me recluyeron en una falta de creatividad que me hacían imposible "balbucear" por escrito cosas coherentes.
Veremos si de esta nueva etapa surge algo que valga la pena.
¡Ah! Gracias a todos los que se preocuparon por mí, que me visitaron o que pusieron su oración a mi servicio.

sábado, 16 de junio de 2012

SOBREMURIENDO

Como si de pronto todo
dejara de pertenecerme:
Era dueño del mundo
y me desalojaron,
     de las cosas
y me embargaron,
     de la gente
y me expulsaron.

Tuve necesidad de ser
     y me borraron,
quise salir de mí
    y me metieron,
estuve por morir
   y me salvaron,
quise vivir
   y me mataron.

Religioso por mandato divino
y hereje por sentido propio,
sacerdote y brujo al mismo tiempo,
dueño de la liturgia y de los mitos.

Adúltero fiel,
peregrino estático en su ermita,
mudo y charlatán,
testimonial farsante,
suicida vividor,
único sobreviviente de mis sueños.

Viviendo por morir,
muriendo vivo,
quiero sobrevivir
      hasta en la muerte
y quiero sobremorir
     toda la vida.

Rectifico:
el mundo era mi dueño
y me mudé,
regalé las cosas
por tiranas,
me alejé de la gente
por quererme…


Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)

lunes, 4 de junio de 2012

ELLA

Viene, viene, viene.
¡Y qué me importa si hay lugares
donde nunca llueve!
Y que estos lugares son aquí y ahora.
Debo atraparla.
Se detiene.

Y qué me importa
si se llaman Blancas
o se llaman Rosas.
Esas As repetidas
me regresan.
Que no se vayan.
Llueve. Llueve.

Y esas As repetidas se me acercan
y se detienen, blancas, las siguientes.
Viene, viene, viene.
La segunda lo intenta y se detiene.

 Hoy llueve.
                      1971 

 Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)

domingo, 3 de junio de 2012

AJENO 13

Desde los tiempos en que descubrí a Neruda y a Vallejo, ningún poeta había logrado conmoverme como Joaquín Sabina.
Un tipo que no sólo tiene inspiración sino también conocimientos.
Una demostración de que se puede ser popular sin ser ramplón e ignorante.
Vaya esta pequeña muestra:

ACUÉRDATE DE MÍ
Acuérdate de mí cuando me olvides. 
que allí donde no estés iré a buscarte. 
siguiendo el rastro que en el cielo escriben. 
las nubes que van a ninguna parte. 
Acuérdate de mí en tus plegarias 
y búscame con los ojos cerrados 
entre la muchedumbre solitaria. 
yo tampoco te quiero demasiado... 


Como te tomo, me doy. 
Como te busco, te evito. 
Como me vengo, me voy. 
como me pongo, me quito. 
Como te falto, te sobro. 
Como me callo, te digo. 
Como te pago, me cobro. 
Como te extraño, te olvido. 


Por ver volar los peces de colores 
hicimos agujeros en el agua. 
preocupados en los alrededores 
siempre en la dimension equivocada. 
Mujer de sombras y melancolía, 
volvamos al edén que nunca ha sido 
a celebrar con las copas vacías 
el gusto de no habernos conocido. 


Como te tomo, me doy. 
Como te busco, se evito. 
Como me vengo, me voy. 
como me pongo, me quito. 
Como te falto, se sobro. 
Como me callo, te digo. 
Como te pago, me cobro. 
Como te extraño, te olvido.

Autor:Joaquín Sabina 





jueves, 31 de mayo de 2012

PRISIONEROS

Hoy descubrí, por fin, que no hay perdón, que el que las hace las paga. 
Solo en el fondo, las paredes frías del pozo me dicen que la muerte ronda, que no es la fe quien la detiene, sino la duda. 
Si pudiera tenerte, pájaro mío, que pensás como yo, que te ronda la muerte como a mí, que estás prisionera en una jaula ajena y remota… Si pudiera tenerte, abrazaríamos la muerte y vagaríamos, descarnados y fríos pero juntos. 
Si no fuera por la duda, pagaríamos nuestros pecados con la moneda sin valor de nuestras vidas. 
Libres.

Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)

lunes, 28 de mayo de 2012

TODO

Buscarnos las sombras, 
sentirnos las manos, 
tocarnos los labios, 
chocarnos las lenguas. 


Abrazarnos desnudos, 
puros. 
Mordernos las carnes, 
mirarnos los cuerpos, 
fundirnos las almas. 


Nada más… 
Y nada menos.


Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)

En la ilustración: "Abrazo" acuarela de Silvia Zsolt Fradera, española, contemporánea

jueves, 24 de mayo de 2012

MATERNIDAD


No pudiste evacuar prejuicios y temores
como desalojaste 
al óvulo fecundo.

Es muy triste:
quedaste nuevamente sola.

Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)

En la Ilustración: "Tempest" acuarela de William Turner. (Inglés 1775- 1851)

lunes, 21 de mayo de 2012

AUSENCIA DE MÍ


No estoy.
Hoy descubro que no estoy
ni escribo.
                   (1973)

Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)

jueves, 17 de mayo de 2012

SILENCIO


                 A Patricia

Yo, que supe tener palabras
para describir el dolor y la belleza.
Yo, que supe decir bueno, malo,
lindo, feo, alto, bajo…
no tengo ni una letra
que comience a dibujar a mi hija
durmiendo entre muñecas.
                                           (1972)
Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)

lunes, 14 de mayo de 2012

SINFONÍA EN CUATRO MOVIMIENTOS PARA VEINTIDÓS RENGLONES Y UN PSICOPERRO.


                                                 A Carlos Baied.
 (Andante)               Aunque no es de Corrientes y Esmerada
también está solo
y espera la rima, el ritmo
…o lo que venga.
   Se arrima a la rima.
Se reencuentra
Con el psicoperro Simón
y con Claudia.
La ama unos segundos.
Cuando piensa en Alicia
  
(Molto vivace)          “Ya ni la recuerdo”

(Piano)                    Se dice, al recordarla.
Prende con un pucho el otro pucho

(Pianísimo)              Y bebe, lentamente,
su giñiebra
                                               (1972)


 
Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)

viernes, 11 de mayo de 2012

INTRODUCCIÓN

Llegará un secreto
como sombra de lo que acaso sea.
Tendrán los espejos
nuestra misma claridad,
besaremos sueños antiguos
con dolores nuevos
y tendremos en las sombras
un motivo para unirnos.
Seguiremos con la rosa y con el ansia,
subiremos con la espina y con los sueños.
seguiremos con la muerte y el hastío.


Y después de acontecernos las mentiras
que mezcladas las llamamos sueños,
y después de arrebatarnos a la muerte
que -ilusos vanos- la llamamos vida,
después de luchar sangrantes y deseosos,
habrá un sol sin nombres antiguos, 
habrá un surco sin sal y sin esencia,
habrá un cardo sin espinas y sin rosas,
habrá un rojo, tal vez,
o un sueño muerto otra vez
y la actual manía de alcanzar lo breve.


Repito sombras, 
añoro vidas,
perdono sueños.


Sabré lo inútil que es llorar lo antiguo,
vivir el fue como un pesado signo,
romper la simple palidez de un rezo
con la nostalgia de barros blancos.


Penetraremos sin mentiras y sin sueños,
recorreremos sin pecados y sin puertas,
detendremos sin barreras y sin cuerdas.


Comprendo y callo,
maldigo y siento,
arrollo y detengo.


Quisiera que no existiera
una premonición amarga y agorera:
Tendremos catafalcos enlutados
por la cinta negra de la muerte
y muertos con visones por tapados
y mortajas húmedas de lágrimas
mezclando todo.
Ensaladas de poetas y de putas
y barriales de respuestas y de mierdas.
Tendremos todo.


Barreremos con escobas y con manos,
limpiaremos con secretos y con tintas,
mancharemos con antiguos y con versos


Significo un aplomo que no había
y me siento triste.

          1969

Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)

sábado, 5 de mayo de 2012

QUISIERA…


Extraño en la madrugada
tus letras en mi silencio.
tu acorde sobre mi música,
tu rima sobre mi verso,
tu vino sobre mi vaso.

Quisiera buscarte y tengo
apenas dos pies cansados,
mi espalda encorvada,
mi piel arrugada,
mi sueño olvidado,

Quisiera ser y no soy.
Apenas tengo una nada,
un vacío,
un quiénsabe,
un quízas… y una esperanza:

Aún espero tener
tu vino sobre mi vaso,
tu acorde sobre mi música
tu rima sobre mi verso,
tus letras en mi silencio.


Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)

jueves, 3 de mayo de 2012

SI SUPIERAS…

Si supieras…


sabrías cómo, 
sabrías cuándo, 
sabrías qué 
y sabrías cuánto… 


sentirías así, 
vivirías así 
morirías así 
y amarías así… 


Si al menos presintieras… 


sufrirías menos, 
correrías menos, 
te esconderías menos 
y temerías menos 


me amarías así, 
me abrazarías así, 
te abrirías así 
y te entregarías así. 


Quiero que sepas 
Quiero que presientas 


Quiero que no sufras 
Quiero que no temas. 


 Quiero que quieras



Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)

sábado, 28 de abril de 2012

NOSTALGIA ANACRÓNICA


Tal vez comience
con serrucho y álamos
a amarte.
Ahora mismo,
                   ya,
en este preciso instante.
con sábanas,
sin piernas.

Con piyamas y despertadores ululantes
te amo YA
y es cierto.
Con un hombre-roble detrás de cada oreja,
tengo un YA  perpetuo
en tu espesura.

No sé si corresponde
que también las paredes tengan el brillo actual.
Pero detrás de verticales y de rejas
estás,
aunque aún no sé quien sos.

Es la única forma de amarte pura.
Ahora,
          que no existís,
con tu pureza
           de mujer inexistente.

Y si los roperos no pueden decir
atrás, basta, ahora, selva y rojo,
tengo tu presencia de álamos antiguos
y tu inexistencia
de rojo inevitable.

Y si subimos después,
cuando ya todo sea
ahora,
tal vez te conozca y

¡No! ¡No quiero!
Porque volverías a ser.
(o comenzarías a ser.
Depende de mí,
de vos, de los roperos,
las sábanas, los piyamas
y acaso también de los serruchos
y de los hombres-robles
colocados detrás de cada oreja).

Por eso,
como te dije ayer
        o ahora, no sé bien –
como te dije, digo,
dejame amarte
así, sin conocerte
y sin tener tu purimpureza
de purezas entregadas a un papel.

Aunque detrás de tu existencia
haya álamos,
serruchos, verticales
y un rojo inevitable
detrás de cada oreja.

.................................................


Te vi llegar mañana.
Acusaba tu pelo negro
una pequeña prominencia de nariz pequeña,
un pequeño hueco de pequeña boca
y un tembloroso fulgor
de ropas sueltas.

Mañana nomás te quise
¡Si parece que fue ayer!
(O ahora, no sé bien)
Y parecía que de veras hubieras existido

Recuerdo un caluroso verano
De proposiciones subjetivas
Y verbos pluscuamperfectos.
Todo era sencillo en aquel verano
del año sesenta y dos,
noventa y seis,
o tresmil cuatro.
Todo HUBIERA SIDO sencillo,
mejor dicho,
si no existiera este hoy
estorbando el paso de mañana.
¡Siempre impidiendo
la unión de ayer-mañana!
¡¡Maldito sea!!
No.
No debo maldecir aún,
debo decir como dije mañana:
todo hubiera sido sencillo
de no existir tu pelo negro
con esa pequeña prominencia
de nariz pequeña,
ese pequeño hueco de pequeña boca
y ese tembloroso fulgor
de ropas sueltas.


Todo hubiera sido más fácil
de haber existido mañana.
Pero me dijiste
                     basta
antes de poder decir
                              ahora.
Me recordaste el camino.

¿Y por qué causa  recuerdo ahora el camino?
Si decir camino es decir ayer
(o sea muerto)
o, con un poco de esperanza,
decir mañana.
y entre ayer y mañana
estoy yo (o está hoy)
¡Maldito Hoy!

No.
Había quedado en no maldecir.
Digo entonces Hoy
como si dijera
árbol
o sitio
         o estático.


Si no existiera tu pelo negro
todo sería más fácil:
me bastaría tomarte entre mis manos y ...
No.
ya estoy juntando ayer-mañana
con pluscuamperfectos
y proposiciones subjetivas.
Yo soy el nexo
entre álamo y serrucho,
hueco de boca y piyama,
prominencia de nariz y sábana,
verticales y camino,
el rojo inevitable con las ropas sueltas.
...............................................................

Dejame amarte,
te dije esta mañana.
Dejame amarte
con tu pureza de mujer inexistente.
Dejame olvidar, por un instante,
que existe todo lo que existe.
Aunque los roperos
no sepan decir más que
atrás, basta, ahora, selva
                                     y rojo.
Aunque los piyamas
puedan acallar la ululancia
de los despertadores matutinos.
...................................................................

Ladrillo.
No sé por qué ahora dije ladrillo.
Por qué dije ladrillo
y no mañana-ladrillo
o ayer-ladrillo.
Podía haberlo dicho,
pero no,
            dije ladrillo.
Así, crudamente,
desaceitadamente dije ladrillo.
Tal vez quise decir hoy...
¡Otra vez Hoy...!
No.
Había quedado en no...
¿Ladrillo, entonces?
Ladrillo.

Hay que cruzar por las líneas blancas.
¿Otra vez dije camino?
Dejémoslo así.
¡Podías haberte acordado antes!
Es cierto, había olvidado
que no tenés antes.
quedémonos en mañana
¿querés?
Entonces cuidate muy bien
de no decir camino.

Recuerdo que...
¡No, no y no!
Pero ¿de dónde diablos saqué yo
que podía decir recuerdo
y permanecer en mañana?
Älamo...
¡No, tampoco!
Verano caluroso...
¡No, no!
Álamoserruchocaminoahora
atrasbastaselvarojopiyama
sábanasverticalesrejasladrillo.

Es inútil.
Aunque no hubieras nacido
ya estás muerta.

1967


Autor: Ernesto (de “62 veces bis”)


miércoles, 25 de abril de 2012

SUEÑO


Que cerremos los ojos. 
Que yo deje de escribir. 
Que vos dejes de leer. 
Que yo no sea yo. 
Que vos no seas vos. 


Que se crucen mis brazos en tu espalda. 
Que se muevan tus manos en mi cara. 
Que se junten mis labios con tus labios. 
Que se toque mi ombligo con tu vientre. 
Que se mezclen los pies y las rodillas. 


Que se parezca mi cuerpo a tu deseo. 
Que seas mi sueño de la infancia. 
Que sea mi pecho tu refugio. 
Que sean tus senos mi nodriza. 
Que sea mi boca tu palabra. 
Que sea tu cuerpo mi palacio. 


Que seamos un ya y un todavía. 
Que recuperemos lo que nunca fuimos. 
Que alcemos el vuelo que nunca tuvimos. 
Que vivamos lo que no vivimos…


Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)


domingo, 22 de abril de 2012

SIN ADIÓS


Un cielo gris.
La tarde en mí, se acerca a su final
y vuelve tu recuerdo a retoñar.
¿A dónde vas?
No existe el cielo azul 
que ayer soñamos.

Llegás a mí.
Te veo en la mañana al despertar
y lentamente tu imagen se diluye.
Se me hace noche
sin que estés.

Perdí tu adiós.
No estás ni aquí ni estoy allá,
no puedo dejarte con tu cielo
ni podés dejarme con mi vida
y con mi adiós no pude despedirte
ni llegar.

Un cielo gris.
No puedo despedirme
ni llorar.

Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)

sábado, 7 de abril de 2012

PENÚLTIMA CANCIÓN A LA LUNA


                                                    A Laura
No sé si estoy cansado,
si estoy a punto de empezar,
si estoy en ruinas.
Pero estoy, eso sí,
con mi rutina
de escribirle versos a la luna.

Y total ¿para qué?
Para que digan
que estoy viejo,
que estoy flojo
que no sirvo,
que el mundo ya cambió
y nada vale
escribirle versos a la luna.

Y hasta la luna cambió.
Ya no es la piba
que desvelaba mis noches
y mis días,
hoy sólo es la rutina
que me obliga
a escribir mis versos a la luna.

Y aquí estoy
con mis coplas sin bemoles,
sin saber entonar,
sin dar la nota,
dejando tirado en los rincones
algún verso rimado con la luna.

¿Qué buen viento
me trajo lo que tengo?
¿Qué mal viento
me llevó lo que he perdido?
Agradezco a Dios
porque me ha dado
el placer de reencontrarme
con mi Luna.

Autor(de “Sin etiquetar”)


miércoles, 21 de marzo de 2012

FLASH


Una luz del pasado atravesó mi verso
derramando en espuma
los fantasmas del tiempo.

Autor: Ernesto (de “Sin etiquetar”)



martes, 20 de marzo de 2012

DECEPCIÓN


Cada uno encontró en el otro, cosas perdidas y olvidadas. Ocultos por la noche, oyeron sus palabras recuperando ecos que fueron voces.
Se abrazaron sin verse. Recogieron el dolor y lloraron. Festejaron con risas el reencuentro. Se amaron infinitamente en el espacio sideral.
–Te esperaré cada día de mi vida– dijo ella
–No me iré nunca– dijo él.
Entre la penumbra pretérita y las luces presentes, las palabras sonaron tan huecas como el árbol donde fueron talladas.
Se arrinconó la retórica ante la cruda realidad
–No te creo. Todos me han abandonado. Me dejarás como ya me han dejado.
Lo obligó a cumplir la que creía era su misión divina.
Entre las lágrimas, Ariadna lo vio partir, como vio una noche partir a Patsifae.
Con un ovillo en las manos, entró Teseo a buscar su pretendido destino redentor.
¿Habrá quedado ella esperando en la punta de aquel hilo?
¿Sigue abierto el laberinto?

Autor: Ernesto (de “Ariadna, Teseo, el Minotauro y su laberinto”)

viernes, 16 de marzo de 2012

SI…


Si pudiera decirte,
si pudieras decirme.
Si no nos acompañáramos en la tragedia diaria,
no hurgaríamos el cielo buscando nuestras huellas.
Apretaríamos el ahora como si fuera un siempre
liberando en secreto al frustrante pasado.

Si no contuviéramos los impulsos
ni acalláramos nuestra boca de verdades ocultas,
ni añorara tus manos
ni extrañaras mis versos,
tendríamos de voces cubiertas nuestras noches
y caricias extremas cubrirían los cuerpos.

Si no fuera tan yo y no fueras tan otra,
si no fueras tan verso y no fuera tan garra,
si fuera valeroso, si fueras inerme,
si fuéramos cobardes,
¡seríamos tan nuestros…!

Seríamos tan cerca.
      Serías tan mía.
             Sería tan tuyo.
                 Seríamos.
(si fuéramos)

Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)

jueves, 15 de marzo de 2012

SADOMASOQUISMO


Se encuentran
    se hablan
         se miran
            se seducen
se ladran
    se traicionan
        se muerden
y se besan.

Se mienten
     se trampean
         se confiesan
se aman
     se odian
         se construyen
se abrazan
       se acorralan
y destruyen.

Se recuerdan
     se pegan
         se silencian
se atropellan
       se ofenden
            se acarician
se sueltan
       se olvidan
y se adoran.

Un paso más allá
está la muerte



Autor: Ernesto (de “Naufragios y otras soledades”)
Imagen: "Amantes" de Frank Gaitán

miércoles, 14 de marzo de 2012

MOISÉS


Nada a mi alrededor,
sólo el desierto 
dentro de mí
un gran vacío.

Viento y arena que se desgrana
vacío alrededor,
desierto dentro.

Palabras talladas vanamente
recuerdos futuros
hechos de arena.
Viento y vacío.
Desierto y nada

Muerte sin cielo.

Autor: Ernesto (de “Poemas Bíblicos”)

martes, 13 de marzo de 2012

AJENO 12


Tenía una profesora que solía traernos poemas de escritores ignotos. Entre ellos recuerdo a uno: David Álvarez Morgade. No sabía ella quien era y sólo mucho tiempo después supe por gracia de doña Internet, que fue un gran poeta porteño que murió en 2002.
La noticia biográfica la pongo al final.
Quiero rescatar hoy su recuerdo y la de mi profe, Victoria Eugenia Ros de Candia, con estos versos que perduraron en mi memoria casi medio siglo, aunque no conozco su título, ni la doña me lo dice:

Dame un beso triste,
por todo lo que he sido,
por todo lo que fuimos,
por todo lo que fuiste.

Dame un beso de olvido
(nunca nos despedimos)
la tarde que me fui estaba herido
y tenía la boca agriada de racimos.

Tú, que al recuerdo tantas veces volviste,
dame un beso triste:
por lo que he sido,
por lo que fuimos,
por lo que fuiste.

Autor: David Álvarez Morgade (1922-2002). Poeta y cuentista nacido en la Capital Federal y fallecido en Ingeniero Budge, provincia de Buenos Aires. Colaboró en el diario "La Prensa" y en "Para Ti", revista donde publicó sus cuentos con diversos seudónimos. De bohemia inveterada, perspicaz observador de la ciudad y su gente, "creía en el valor de las palabras y en la libertad, lo cual lo hizo proclive a los desencantos", como anotan sus compiladores en la edición de sus poesías completa (2008): "Sinfonía de arrabal", "Radiante sinfonía", "La cena de los tigres", "Sal y fósforos", "El nómade", "Alguien espera en el andén", "Poemas de la azotea", "Poemas en movimiento", publicadas póstumamente.

martes, 28 de febrero de 2012

SÚPLICA

No me encontraré otra vez entre estos muros, no brillará para mí la eterna noche, no buscaran mi sombra mis amantes.
Ya no temerán las vírgenes mi hambre.
La muerte es mi salida, la entrada hacia la Luz, la desesperada huida hacia adelante.
No me detengan más. Mi monstruoso cuerpo de hombre y de bestia suplica el abrigo del adiós, pide las alas de Ícaro, aunque en la desesperada huida caiga al mar.
Que Minos me perdone, que Ariadna me libere, que Etra me proteja.
Y que los puños de Teseo me arranquen de una vez la vida.
Esa vida que perdí hace ya tanto…


Autor: Ernesto (de “Ariadna, Teseo, el Minotauro y su laberinto”)

domingo, 19 de febrero de 2012

LOS DOS

Perdida en sombras se iluminó en secreto, recibió el amor en silencio, vestida, asomada detrás de un recodo del laberinto,  como si no le correspondiera ese asomo de luz, ese despojo de otros amores, ese harapo de otros vestidos, esas palabras de otras bocas para otros oídos.
Se iluminó por dentro, hacia las sombras. Se desnudó para recibir el amparo del agua tibia.
“Nunca es tarde” se dijo y volvió a  asomarse tímidamente desde las paredes despojadas de flores. Y lo llamó con una voz que quiso ser de ayer, de otra mujer, de otro silencio.
No supo de otra boca que lentamente le susurró al oído –a su oído– la palabra deseada, que le asomó a su boca el beso esperado, que repitió su nunca es tarde como algo surgido de otros mundos y de otras vidas.
Teseo sigue buscando ansioso a una Ariadna que también lo busca.



Autor: Ernesto (de “Ariadna, Teseo, el Minotauro y su laberinto”)