(Paráfrasis del poema de Poe)
El pico en mi pecho, la sombra en mi alma,
sus alas batientes cubriendo mi Palas.
Demonio enviado por fuerzas ocultas,
que niega el nepente,
que miente una ausencia,
que grita perverso su frase maldita.
¡Oh, cuervo infinito!
¿Cuál es tu destino?
¿Qué grita injuriosa
tu verba implacable?
El pico en mi pecho,
la sombra en mi alma,
sus ojos muy negros clavando bien hondo.
Fatídico signo de un mundo de sombras,
que grita “ya nunca” y niega a Leonora.
¡Oh, cuervo canalla!
¿Con quién me confundes?
¿Por qué me persigues si ya nada tengo?
El pico en mi pecho, la sombra en mi alma,
sus fúnebres plumas, igual que puñales,
buscando el secreto para asesinarlo.
Vuelve hasta tu noche. Dile a quien te envía
que yo ya no existo. No vuelvas jamás.
¡Oh, cuervo sagrado!
¿Por qué no me llevas?
¿Por qué no confundes tu pico y mi pecho?
¿Por qué con tu verba no dices Leonora
y no “nunca más”?
Autor: Ernesto (de “Paráfrasis”)
viernes, 14 de mayo de 2010
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