Desde los tiempos en que descubrí a Neruda y a Vallejo, ningún poeta había logrado conmoverme como Joaquín Sabina.
Un tipo que no sólo tiene inspiración sino también conocimientos.
Una demostración de que se puede ser popular sin ser ramplón e ignorante.
Vaya esta pequeña muestra:
ACUÉRDATE DE MÍ
Acuérdate de mí cuando me olvides.
que allí donde no estés iré a buscarte.
siguiendo el rastro que en el cielo escriben.
las nubes que van a ninguna parte.
Acuérdate de mí en tus plegarias
y búscame con los ojos cerrados
entre la muchedumbre solitaria.
yo tampoco te quiero demasiado...
Como te tomo,
me doy.
Como te busco,
te evito.
Como me vengo,
me voy.
como me pongo,
me quito.
Como te falto,
te sobro.
Como me callo,
te digo.
Como te pago,
me cobro.
Como te extraño,
te olvido.
Por ver volar los peces de colores
hicimos agujeros en el agua.
preocupados en los alrededores
siempre en la dimension equivocada.
Mujer de sombras y melancolía,
volvamos al edén que nunca ha sido
a celebrar con las copas vacías
el gusto de no habernos conocido.
Como te tomo,
me doy.
Como te busco,
se evito.
Como me vengo,
me voy.
como me pongo,
me quito.
Como te falto,
se sobro.
Como me callo,
te digo.
Como te pago,
me cobro.
Como te extraño,
te olvido.
Autor:Joaquín Sabina
domingo, 3 de junio de 2012
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2 comentarios:
Bueno, si tuviera la opción"me gusta" la presionaría, escucho a Sabina desde mi adolescencia cuando todos enloquecían con Bon Jovi, un artista popular como pocos.
Marina
Marina: al menos algo que compartimos. Cuando yo era joven, no existía Bon Jovi y Sabina era un pichón de salesiano, pero yo escuchaba a Gardel, que ya llevaba algunas décadas muerto, mientras mis coetáneos se enloquecían con The Beatles, Elbis y...(perdón por mi generación) Palito Ortega
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